julio 14, 2008

DESARROLLO URBANO Y VIVIENDA



Por Ángel Sosa Frías,
Arquitecto-Urbanista

En la Conferencia de Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos, realizada en Estambul en 1996, los países de América Latina y el Caribe presentaron un Plan Regional de Acción, preparado en la Región Regional de 1995.


En él los países reconocieron como objetivo prioritario la superación de la pobreza, especialmente la urbana, y el logro de la equidad en los asentamientos humanos; estimaron que el desarrollo sustentable de los asentamientos humanos es una meta alcanzable en la región; establecieron que se requiere definir y modernizar las políticas e instrumentos de planificación y gestión urbana y habitacional de los países de la región, para alcanzar niveles de eficiencia que permitan encauzar debidamente el desarrollo de los asentamientos humanos.

Los países de América Latina y el Caribe adoptaron, entre otros, los siguientes acuerdos: “Poner de relieve en sus políticas territoriales, urbanas y habitacionales el objetivo de superar la pobreza y la indigencia, y articularlas con estrategias y mecanismos más amplios de desarrollo social a escala nacional y local”. Es tiempo que en República Dominicana los gobiernos comiencen a entender el papel preponderante de contar con políticas urbanas, viviendas y medio ambiente para acrecentar la equidad, insertando a todos los sectores en el proceso de gestión urbana y habitacional, asegurando su acceso a la educación, la salud, agua potable, canalización de evaucación de aguas servidas, áreas verdes, recreación, el comercio, el transporte, protección al medio ambiente y las fuentes laborales.

Nuestros gobernantes deben asumir de manera responsable el problema habitacional aumentando sustancialmente las soluciones para hacer frente a las carencias de alojamiento, en especial de las familias de menores recursos económicos, en un número que debería ser, por lo menos, igual al de los nuevos hogares que se forman anualmente, para así evitar que el déficit cuantitativo continúe incrementándose. En los últimos meses la producción de viviendas para sectores de ingresos bajos, se ha reducido considerablemente por parte del gobierno, por falta de una visión política, sobre la importancia de éste en la reducción de la pobreza. Lo que implica un aumento del déficit por las familias demandantes. Cada día que se deja producir una vivienda, es un número que se suma al déficit.

En la actualidad, más de 85% de la producción habitacional en República Dominicana se genera de manera informal; esto es, que se desarrolla al margen de las instituciones especialiazadas y de los mecanismos legales. Los proyectos de viviendas que se ejecutan en nuestro país, se hacen atendiendo a necesidades particulares, sin tomar en cuenta una serie de acciones que sirven de marco de referencia para ejecutar un buen proyecto. Todo proyecto de vivienda debe estar inserto dentro de un Plan de Desarrollo Urbano, para que no rompa con la morfología urbana, y que cumpla con los requisitos para los cuales fue diseñado.

La falta de una política de Asentamientos Humanos, hace que el Estado no priorice ni tome en cuenta las variables que participan en las tomas de decisiones sobre las soluciones habitacionales viables que permitan un desarrollo habitacional sustentable que genere un equilibrio entre la oferta y la demanda.